lunes, 19 de marzo de 2012

SED, DE OMAR SOTO SOBRE SU ACCION


Pero la movilidad verdadera, ese movilismo en sí 
que es el movilismo imaginado, que no se suscita
como es debido con la descripción de lo real. El 
autentico viaje de la imaginación es el viaje al país
de lo imaginario, al dominio mismo de éste. No 
entendemos por ello una de esas utopias que
consiguen, de golpe, un paraíso o un infierno[...]
[... ] Nos interesaría el trayecto y nos describen la
estancia.
Gaston. Bachelard; El Aire y los Sueños 

El VIAJE
  
 SED es una invitación a deshidratarse a ir en busca de la sed, buscar del síntoma; a poner a prueba o a deteriorar el propio cuerpo, ese primer límite del cual partimos hacia dentro y hacia fuera en todo instante. Estamos acostumbrados a saciarla, en este caso vamos a su encuentro ¿Cómo saber en que momento llegamos a la sed? ¿cuál es su forma física? ¿Mi compañero en su bicicleta deshidratado o yo mismo reflejado en él? Imaginación y subjetividad ¿como es la sed en temporada de huracanes?  ¿De qué sed estamos hablando? 
  El primer paso es la codificación de las imaginaciones múltiples que abarcan este  acto reflejándose de entrada en el desvanecimiento entre el lector y escritor; se plantea un probable recorrido hacia la posibilidad de una sola idea de recorrido, un concilio sobre el recorrido que involucra una sincronía de experiencias. En cierto sentido la pieza es virtual y se codifica como una imagen digital de formato variable.  Este acto plantea quedarse y  trasladarse de ese primer sitio en el que antes de ser consumado empieza siendo un acto efervescente de la imaginación, pura pulsación de ideas y en esa misma permanencia plantea seguir avanzando, una segunda imaginación a partir de una primera. Nuestras imágenes no están quietas.
488 kilómetros en bicicleta. La imagen no es un terreno en Yahuiche Oaxaca o México DF porque la imagen es mas amplia. La imagen que buscamos pareciera ser un síntoma entre dos puntos definibles, se codifica hacia un recorrido, una realidad consumada mediante el síntoma de la sed entre dos ideas de lugar. La SED se está volviendo una ausencia de agua y de la tierra. El acto -nuestra pieza- ya ha avanzado. Si la imagen es desconocida justo en el acto en que se codifica como experiencia ya está planteada como subjetividad. Cada quien ha proyectado su propia imagen. seguimos avanzando y vamos en equipo.
 Síntoma ¿Como fue? La sed empezó en los pies entonces fue un principio para el movimiento, la distancia hace oficial la posibilidad de satisfacción, el sentirse saciado y extasiado de agua y de tierra.
  Andamos de peregrinaje imaginando el lugar al que llegaremos, un peregrinaje que tiene como destino una sola imagen que más que la imagen de un terreno en Oaxaca es una suma de ideas visuales que se proyectan durante el trayecto. Hay una imagen previa, algunos ya la conocemos, tenemos el registro sensorial. La verdad es que podemos llegar a cualquier parte, el traslado desdibuja el recorrido que se planea y pese a todo la sed seguirá siendo indeleble. 
  Pese a la dogmatofobia de lo antiguo y de lo nuevo casi siempre tenemos una ruta de evacuación que creemos viable seguir. La velocidad de la aceleración no es la misma, como en Matrix hay reglas básicas que no se pueden romper y otras que de manera virtual se pueden violar. En el trazado de las líneas que queremos seguir para enfrentar un vacío espiritual, social, artístico, económico, etc. Trazamos Rutas de Evacuación que muchas veces terminan en Rutas de Emergencia. 
LA CARGA  

  Después de cinco días de aceleración empezó a caer de verdad en la ruta de los nueve punto ocho metros sobre segundo al cuadrado y fue lluvia y fue viento. Y después de ser lluvia y ser viento empezó a ser desarmador y luego lenguaje; la otra ruta, la de evacuación, donde asentamos aquello que aún es ilusorio. El otro lado de la cornisa donde adquiere importancia el salto. Escribir es un tanto descender, dar el paso en la ilusión de la tierra firme. 
    Un verbo [caer] llenó el espacio físico o el literario con una acción.  Aveces lo satura. ¿que tanto tuvo que ver la caída con la carga?
   Esta escrito en pretérito como si hubiera ocurrido, dependiendo en qué momento se lea es posible intervenir las conjugaciones de lo escrito pero no cambia nada: el acto sigue siendo una noción. No hay imagen para el viaje porque sólo es simulacro o porque ya fue cometido.
  Existe un peso, una carga secreta y de dimensiones inverosímiles. Nuestra carga es una ausencia previamente codificada en archivos virtuales. Físicamente sólo llevamos el envase el resto nuevamente es pura imaginación. Memoria e imaginación pactan en un sólo objeto.  
  Nuestro acto empieza con una invitación a sentir la SED y este escrito termina con una invitación a saturar de información virtual el espacio al que lleguemos; nuestra carga son Gigas de información, ausencias, simulacros, casi puentes. Trasladamos pura imaginación, archivos con los que saturaremos virtualmente ese espacio físico en donde termina nuestra pieza.

 Un verbo [trasladar] llena la dimensión de la distancia, otros verbos [enterrar, proyectar, escuchar, descifrar] dan el peso exacto de la carga.  

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